El anzuelo, su principal atractivo, es que ahorran tiempo. No se requiere una gran preparación antes de comerlos. Basta con calentar o incluso simplemente abrir y llevárselos a la boca. El precio es otro factor que explica el auge de los platos preparados, esas comidas que parecen responder a la perfección a las necesidades de una vida a toda prisa y con muy poco presupuesto.
[....] enmarcan esta tendencia industrial en "un modelo de producción y de consumo absolutamente amparado en un mercado capitalista, de los combustibles fósiles, los acuerdos de libre comercio, el marketing, las tecnologías privativas o las marcas registradas. Sería difícil de imaginar sin todo este despliegue de posibilidades a su servicio".
I encara amb més detall a aquest altre article, que parla del llibre Swallow This, i del qual us posem un exemple força il·lustrador:
“Al escoger un salami, hasta el consumidor más concienciado se sentirá relajado cuando vea ‘extracto de romero’ en su lista de ingredientes”, explica la periodista. “Pero el extracto de romero es en realidad un sustituto de varios antioxidantes de la vieja escuela, los E300-21, como el butilhidroxianisol (BHA) y el hidroxitolueno butilado (BHT), que utilizan los fabricantes para ralentizar la velocidad a la que los alimentos se vuelven rancios para así extender su vida útil”.¿Entonces el extracto de romero no tiene nada de romero? Sí, pero tal como explica Blythman, su relación con la hierba es bastante remota: “Los compuestos antioxidantes de la hierba son aislados por un procedimiento de extracción que los desodoriza, eliminando cualquier sabor y olor a romero. La extracción se realiza utilizando dióxido de carbono u otros disolventes químicos, como el hexano (procedente de la destilación del petróleo), el etanol o la acetona. Este extracto de romero de sabor neutro se vende a los fabricantes, usualmente en forma de polvo de color marrón”.