diumenge, 12 de juny del 2016

L'alimentació en poques mans: una idea pèssima.

Des de El salmón contracorriente ens arriba aquest interessant article:

La gran distribución es el poder del oligopolio en acción: decide tipo de alimento, variedades, precio, estacionalidad, país de origen, tipo de producción… Es decir, todo, porque en el sistema alimentario predominante lo que no está en los lineales de un súper no existe. Bajo el manto de diversidad ficticia de sus estanterías se esconde la uniformidad de un puñado de empresas. Corporaciones alimentarias que, en su mayoría, pertenecen, cooperan o invierten en conglomerados que controlan otros sectores económicos.
 Basta con poner unos cuantos ejemplos: ¿Leche? Cuatro empresas controlan el 60% del mercado. ¿Huevos? Cinco empresas controlan, aproximadamente, uno de cada 4 huevos que consumimos. ¿Frutas  verduras? En el Estado, cinco grupos controlan más del 45%. ¿Carne de pollo? Tres empresas la mitad del pollo consumido en el Estado, la primera de ellas controla casi un tercio ¿Productos cárnicos? el 70% lo controlan cuatro actores.

Esta concentración de poder, también afecta a la producción de semillas -que se encuentra en manos de cuatro empresas-, y a la menos conocida situación de los animales -la industrialización ganadera se basa en animales seleccionados genéticamente y en piensos que son controlados, a nivel mundial, por no más de 10 empresas-.