
En realitat, com podem llegir a A contrapelo:
"... no hay nada en esas propuestas que favorezca a los consumidores o al interés público. Se trata de reducir las barreras a los agronegocios. Ello, no sólo dañaría a los europeos, cuyos estándares claramente más altos podrían disminuirse, sino que también afectaría a muchos otros países productores y consumidores de alimentos en la medida que cualquier acuerdo entre Washington y Bruselas creará un nuevo marco de referencia internacional. Por ello, la necesidad de proteger a la gente contra el sistema industrial de alimentos, impidiendo que se abran las puertas a la proliferación de productos como los organismos genéticamente modificados (OGMs) o el bisfenol A (BPA), se hace más urgente que nunca."
En el fons, com es pot llegir a l'informe del Seattle to Brussels Network, al Transnational Institute (aquí en anglès nomès), es tracta del projecte d'unes elits econòmiques i polítiques que volen acabar amb proteccions i regulacions ambientals i laborals, i traspasar el poc poder que ens queda als ciutadans cap a les grans corporacions.

A medida que los dos socios comerciales se acerquen al mínimo común denominador, las políticas medioambientales en Europa (capítulo 2) y la regulación financiera en Estados Unidos (capítulo 6) podrían sufrir también. Por ejemplo, la TTIP podría amenazar las moratorias europeas existentes sobre el asunto controvertido de la extracción del gas de esquisto (capítulo 2) a la vez que mina la emblemática regulación europea sobre sustancias químicas –REACH–, al sortear los requisitos de ensayo de miles de sustancias químicas tóxicas (capítulo 5)."
Estem a punt de viure un altre atac salvatge -i especialment greu - de les elits contra el poder ciutadà. i potser que ni tan sols ens n'adonem. Més informació a la web de El ciudadano.